La Denuncia Silenciosa






30 mayo - Acción no violenta de lucha

Por una democracia real ya.


Ya tenemos preparada la primera acción no violenta de lucha masiva y conjunta. Ayúdanos a difundirla, participa de ella allí donde te encuentres!!!


Los bancos y los especuladores han sido los principales causantes de la crisis por lo que ellos serán el objetivo de nuestro primer ataque no violento.


El próximo día 30 de mayo vamos a manifestar nuestra indignación en contra del abuso que practican los bancos no solo contra los ciudadanos de forma independiente sino también contra los estados.


Ponemos hoy en marcha un acto pacífico y sutil, pero lo suficientemente contundente y llamativo como para mostrar con claridad la indignación que sentimos, y también nuestra fortaleza y compromiso para llegar hasta el final. Ponemos hoy en marcha el primer ataque no violento que mostrará al mundo nuestra imaginación, determinación y compromiso para alcanzar el objetivo de ver cumplida nuestra reivindicación final: instaurar una democracia real.


Hacemos un llamamiento a todas aquellas personas que estén de acuerdo con nuestras reivindicaciones, a participar en una retirada masiva de capital de las entidades bancarias el próximo día 30 de mayo.


Si lo estás, te proponemos sacar en un solo movimiento bancario la cantidad de 155 euros de tu cuenta corriente. La operación podrá realizarse a lo largo de todo el día, preferiblemente acudiendo a las sucursales o utilizando los cajeros automáticos (con múltiplos de 10-->150).


El motivo de elegir esa cantidad concreta, es porque debíamos elegir una cifra apreciable y simbólica con la fuerza suficiente con la que demostrar a los bancos que estos movimientos son motivados desde la misma indignación que nos hizo movilizarnos el 15 de mayo.


En cuanto al día 30 de mayo, es porque entendemos que es un plazo razonable para que el mensaje pueda difundirse adecuadamente y llegue al mayor número de personas que nos ayuden a ser lo más efectivos en nuestro ataque no violento en contra de la voracidad de los bancos, en contra del sistema económico instaurado, en contra de los paraísos fiscales, en contra de la especulación y a favor del interés general, de la solidaridad, en definitiva de las personas. Además, en dicha fecha habrá transcurrido 15 días desde el inicio de la movilización, y será otro buen momento simbólico para recordar que nuestro movimiento sólo acaba de comenzar.


El próximo día 30 de mayo, se oirán todas las voces gritando al unísono que otro mundo es posible.


El próximo día 30 de mayo se oirá la voz del pueblo con más fuerza que la de los partidos políticos.


El próximo día 30 de mayo, se podrá contar la indignación del pueblo, la reivindicación activa de una democracia real, en la que se tiene en cuenta a las personas por encima de los intereses económicos, financieros, especulativos... las personas por encima de los mercados.


El próximo día 30 de mayo daremos un paso más hacia un mundo mejor.


Contamos contigo, divulga el mensaje. Participa. Nos seguimos viendo cada día en la plazas.

Palabras de Carlos Taibo del 15 de mayo

Palabras de Carlos Taibo del 15 de mayo

Miércoles, 18 de Mayo de 2011 19:42 | Escrito por C. Taibo

He intentado reconstruir aquí, sobre la base de mis apuntes, lo que dije en la Puerta del Sol madrileña el domingo 15, al final de la multitudinaria manifestación que convocó la plataforma Democracia Real Ya. Tiempo habrá para valorar --a mí me cuesta trabajo-- qué es lo que está ocurriendo estos días. Me contento ahora con llamar la atención sobre una discreta experiencia personal que algo nos dice --creo-- de la zozobra con la que los medios de incomunicación del sistema han asumido la revuelta de tantos jóvenes.

En los jornadas sucesivas al día 15 recibí un buen puñado de llamadas de esos medios de incomunicación. Algunas procedían, por cierto, de emisoras de radio y de periódicos que de manera altiva y descortés me habían puesto en la calle en su momento. Me pareció evidente que los profesionales correspondientes andaban desesperados buscando alguna cara que ponerle al movimiento que, fundamentalmente articulado por jóvenes, empezaba a tomar la calle. En todos los casos –ya tendré tiempo de cambiar, si procede, de conducta-- me negué a hacer declaración alguna y en todos sugerí que entrevistasen a los organizadores de las manifestaciones y, más aún, a los propios manifestantes. En una de esas conversaciones mi interlocutor insistió en su demanda y me preguntó expresamente si no habría algún otro profesor universitario que pudiera poner su cara. Al parecer, y a los ojos de algunos, para explicar lo que está sucediendo es inevitable echar mano de las sesudas explicaciones que proporcionamos los profesores de universidad, como si la gente de a pie no supiera expresarse con claridad y contundencia. Menos mal que hay algún profesional que se salva. Ayer, y de nuevo en la Puerta del Sol, un periodista me dijo que los jóvenes a los que había entrevistado hablaban mucho mejor que Tomás Gómez y --me da el pálpito-- que la propia señora De Cospedal.

Antes de colocar mi texto, me permito agregar una última observación: no sólo debemos estar sobre aviso ante lo que hacen los medios --para cuándo una activa campaña de denuncia de lo que supone esa genuina plaga contemporánea que son los tertulianos--. También debemos guardar las distancias con respecto a lo que dicen y se aprestan a hacer muchas gentes de la izquierda de siempre que, bien intencionadas, se proponen encauzar unos movimientos que en último término no comprenden y miran con desdén. Ahí van, en cualquier caso, mis palabras del día 15.

"Quienes estamos aquí somos, a buen seguro, personas muy distintas. Llevamos en la cabeza proyectos e ideales diferentes. Han conseguido, sin embargo, que nos pongamos de acuerdo en un puñado de ideas básicas. Las intento resumir de manera muy rápida.

Primera. Lo llaman democracia y no lo es. Las principales instituciones y, con ellas, los principales partidos han conseguido demostrar su capacidad para funcionar al margen del ruido molesto que emite la población. Los dos partidos más importantes, en singular, escenifican desde tiempo atrás una confrontación aparentemente severa que esconde una fundamental comunidad de ideas. Uno y otro mantienen en sus filas, por cierto, a personas de más que dudosa moralidad. No es difícil adivinar lo que hay por detrás: en los hechos son formidables corporaciones económico-financieras las que dictan la mayoría de las reglas del juego.

Segunda. Somos víctimas con frecuencia de grandes cifras que se nos imponen. Em mayo de 2010, por proponer un ejemplo, la Unión Europea exigió del Gobierno español que redujese en 15.000 millones de euros el gasto público. Nadie sabe a ciencia cierta qué son 15.000 millones de euros.
Para comprenderlo no está de más que asumamos una rápida comparación con otras cifras. Unos años atrás ese Gobierno español que acabo de mencionar destinó en inicio 9.000 millones de euros al saneamiento de una única caja de ahorros, la de Castilla-La Mancha, que se hallaba al borde de la quiebra; estoy hablando de una cifra que se acercaba a las dos terceras partes de la de la exigida en recortes por la Unión Europea. Durante dos años fiscales consecutivos, ese mismo Gobierno obsequió con 400 euros a todos los que hacemos una declaración de la renta. A todos, dicho sea de paso, por igual: lo mismo recibió el señor Botín que el ciudadano más pobre. Según una estimación, ese regalo se llevó, en cada uno de esos años, 10.000 millones de euros. Estoy hablando del mismo Gobierno, que se autotitula socialista, que no dudó en suprimir un impuesto, el del patrimonio, que por lógica grava ante todo a los ricos, reduciendo sensiblemente la recaudación, mientras incrementaba en cambio otro, el IVA, que castiga a los pobres. El mismo Gobierno, en fin, que apenas hace nada para luchar contra el fraude fiscal y que mantiene la legislación más laxa de la Unión Europea en lo que hace a evasión de capitales y paraísos fiscales.

Tercera. Si hay un dios que adoran políticos, economistas y muchos sindicalistas, ese dios es el de la competitividad. Cualquier persona con dos dedos de cabeza sabe, sin embargo, en qué se han traducido, para la mayoría de quienes están aquí, las formidables ganancias obtenidas en los últimos años en materia de competividad: salarios cada vez más bajos, jornadas laborales cada vez más prolongadas, derechos sociales que retroceden, precariedad por todas partes.

No es difícil identificar a las víctimas de tanta miseria. La primera la aportan los jóvenes, que engrosan masivamente nuestro ejército de reserva de desempleados. Si no hubiera muchas tragedias por detrás, tendría su gracia glosar esa deriva terminológica que hace media docena de años nos invitaba a hablar de mileuristas para retratar una delicada situación, hoy nos invita a hacerlo de quinientoseuristas y pasado mañana, las cosas como van, nos obligará a referirnos a los trescientoseuristas. La segunda víctima son las mujeres, de siempre peor pagadas y condenadas a ocupar los escalones inferiores de la pirámide productiva, a más de verse obligadas a cargar con el grueso del trabajo doméstico. Una tercera víctima son los olvidados de siempre, los ancianos, ignorados en particular por esos dos maravillosos sindicatos, Comisiones y UGT, siempre dispuestos a firmar lo infirmable. No quiero olvidar, en cuarto y último lugar, a nuestros amigos inmigrantes, convertidos, según las coyunturas, en mercancía de quita y pon. Estoy hablando, al fin y al cabo, de una escueta minoría de la población: jóvenes, mujeres, ancianos e inmigrantes.

Cuarta. No quiero dejar en el olvido los derechos de las generaciones venideras y, con ellos, los de las demás especies que nos acompañan en el planeta Tierra. Lo digo porque en este país en el que estamos hace mucho tiempo que confundimos crecimiento y consumo, por un lado, con felicidad y bienestar, por el otro. Hablo del mismo país que ha permitido orgulloso que su huella ecológica se acrecentase espectacularmente, con efecto principal en la ruptura de precarios equilibrios medioambientales. Ahí están, para testimoniarlo, la idolatría del automóvil y de su cultura, esos maravillosos trenes de alta velocidad que permiten que los ricos se muevan con rapidez mientras se deterioran las posibilidades al alcance de las clases populares, los castigos, acaso irreversibles, que han padecido nuestras costas o, para dejarlo ahí, la dramática desaparición de la vida rural. Nada retrata mejor dónde estamos que el hecho de que España se encuentre en el furgón de cola de la Unión Europea en lo hace a la lucha contra el cambio climático, con un Gobierno que alienta la impresentable compra de cuotas de contaminación en países pobres que no están en condiciones de agotar las suyas.

Quinta. Entre las reivindicaciones que plantea la plataforma que promueve estas manifestaciones y concentraciones hay una expresa relativa a la urgencia de reducir el gasto militar. Me parece tanto más pertinente cuanto que en los últimos años hemos tenido la oportunidad de comprobar cómo nuestros diferentes gobernantes rebajaban de manera muy sensible la ayuda al desarrollo. Nunca lo subrayaremos de manera suficiente: el momento más tétrico de nuestra crisis dibuja un escenario claramente preferible al momento más airoso de la situación de la mayoría de los países del Sur.

Vuelvo, con todo, a lo del gasto militar. Este último, visiblemente ocultado tras numerosas partidas, responde a dos grandes objetivos. El primero no es otro que mantener a España en el núcleo de los países poderosos, con los deberes consiguientes en materia de apoyo a esas genuinas guerras de rapiña global que lideran los Estados Unidos. El segundo se vincula con el designio de preservar un apoyo franco a lo que hacen tantas empresas españolas en el exterior. ¿Alguien ha tenido noticia de que algún portavoz del Partido Socialista o del Partido Popular se haya atrevido a criticar, siquiera sólo sea livianamente, las violaciones de derechos humanos básicos de las que son responsables empresas españolas en Colombia como en Ecuador, en Perú como en Bolivia, en Argentina como en Brasil?

Acabo. Me gustaría en estas horas tener un recuerdo para alguien que nos ha dejado en Madrid el martes pasado. Hablo de Ramón Fernández Durán, que iluminó nuestro conocimiento en lo que respecta a las miserias del capitalismo global y nos puso sobre aviso ante lo que nos espera de la mano de esa genuina edad de las tinieblas en la que, si no lo remediamos, nos adentramos a marchas forzadas. No se me ocurre mejor manera de hacerlo que la que me invita a rescatar una frase que ha repetido muchas veces mi amigo José Luis Sampedro, de quien escucharemos, por cierto, un saludo dentro de unos minutos., La frase en cuestión, que creo refleja bien a a las claras nuestra intención de esta tarde, la pronunció Martin Luther King, el muñidor principal del movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos de cincuenta años atrás. Dice así: 'Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo, lo que nos parecerá más grave no serán las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las buenas personas'. Muchas gracias por haberme escuchado".
Carlos Taibo

Propuestas de Democracia Real Ya

Copiado de http://democraciarealya.es/?page_id=234

Propuestas

Estas son algunas de las medidas que, en cuanto ciudadanos, consideramos esenciales para la regeneración de nuestro sistema político y económico. ¡Opina sobre las mismas y propón las tuyas en el foro!

1. ELIMINACIÓN DE LOS PRIVILEGIOS DE LA CLASE POLÍTICA:
  • Control estricto del absentismo de los cargos electos en sus respectivos puestos. Sanciones específicas por dejación de funciones.
  • Supresión de los privilegios en el pago de impuestos, los años de cotización y el monto de las pensiones. Equiparación del salario de los representantes electos al salario medio español más las dietas necesarias indispensables para el ejercicio de sus funciones.
  • Eliminación de la inmunidad asociada al cargo. Imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.
  • Publicación obligatoria del patrimonio de todos los cargos públicos.
  • Reducción de los cargos de libre designación.

2. CONTRA EL DESEMPLEO:
  • Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%).
  • Jubilación a los 65 y ningún aumento de la edad de jubilación hasta acabar con el desempleo juvenil.
  • Bonificaciones para aquellas empresas con menos de un 10% de contratación temporal.
  • Seguridad en el empleo: imposibilidad de despidos colectivos o por causas objetivas en las grandes empresas mientras haya beneficios, fiscalización a las grandes empresas para asegurar que no cubren con trabajadores temporales empleos que podrían ser fijos.
  • Restablecimiento del subsidio de 426€ para todos los parados de larga duración.

3. DERECHO A LA VIVIENDA:
  • Expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock que no se han vendido para colocarlas en el mercado en régimen de alquiler protegido.
  • Ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos.
  • Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas.

4. SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD:
  • Supresión de gastos inútiles en las Administraciones Públicas y establecimiento de un control independiente de presupuestos y gastos.
  • Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera.
  • Contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, los grupos de desdoble y los grupos de apoyo.
  • Reducción del coste de matrícula en toda la educación universitaria, equiparando el precio de los posgrados al de los grados.
  • Financiación pública de la investigación para garantizar su independencia.
  • Transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible: restablecimiento de los trenes que se están sustituyendo por el AVE con los precios originarios, abaratamiento de los abonos de transporte, restricción del tráfico rodado privado en el centro de las ciudades, construcción de carriles bici.
  • Recursos sociales locales: aplicación efectiva de la Ley de Dependencia, redes de cuidadores locales municipales, servicios locales de mediación y tutelaje.

5. CONTROL DE LAS ENTIDADES BANCARIAS:
  • Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social.
  • Elevación de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gestión.
  • Devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado.
  • Prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales.
  • Regulación de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria.

6. FISCALIDAD:
  • Aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias.
  • Eliminación de las SICAV.
  • Recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio.
  • Control real y efectivo del fraude fiscal y de la fuga de capitales a paraísos fiscales.
  • Promoción a nivel internacional de la adopción de una tasa a las transacciones internacionales (tasa Tobin).

7. LIBERTADES CIUDADANAS Y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:
  • No al control de internet. Abolición de la Ley Sinde.
  • Protección de la libertad de información y del periodismo de investigación.
  • Referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos.
  • Referéndums obligatorios para toda introducción de medidas dictadas desde la Unión Europea.
  • Modificación de la Ley Electoral para garantizar un sistema auténticamente representativo y proporcional que no discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social, donde el voto en blanco y el voto nulo también tengan su representación en el legislativo.
  • Independencia del Poder Judicial: reforma de la figura del Ministerio Fiscal para garantizar su independencia, no al nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo.
  • Establecimiento de mecanismos efectivos que garanticen la democracia interna en los partidos políticos.

8. REDUCCIÓN DEL GASTO MILITAR